Sin lugar a dudas, que desde hace mucho tiempo, la comida ha estado ligado al turismo. Pero es en el último lustro en que el tema del alimento se ha ido alimentando a tal punto que hoy en día, no podemos hablar de turismo sin referirnos a la comida o a la gastronomía de la zona a donde vamos a ir a visitar. Ejemplos son muchos. Hay lugares que tienen gastronomía estacionaria como Piura, donde potajes como la Mala Rabia o la Sopa de Novios salen sólo para Semana Santa. Lambayeque no tiene potajes estacionarios pero si una rica gastronomía distribuida a lo largo y ancho de la región. Y este potencial, se repite en cada una de nuestras provincias, en cada una de nuestras regiones. Hay lugares con alta incidencia turística donde sus autoridades e instituciones ligadas al turismo, que se preocupan por no sólo brindar un buen servicio de transporte y hospedaje a los turistas sino también una alimentación saludable. Por eso se incide mucho en la higiene y limpieza en la manipulación de los insumos a usar en la preparación de los alimentos, así como de los mismos potajes a la hora de servirlos como de llevarlos a la mesa. Pero todo estos esfuerzo aislados, deben ser replicados con las peculiaridades del caso en cada región. Por eso es saludable la propuesta que hizo horas atrás el tercer vicepresidente del Congreso, Antonio León Zapata. Se pronunció a favor de aplicar en el país una política de Estado para el desarrollo de la gastronomía peruana. Así los esfuerzos aislados por ejemplo de la Asociación de Hoteles y Restaurantes o de la Universidad San Martín de Porres filial norte no quedarán como islas, pues con la aplicación en el país una política de Estado para el desarrollo de la gastronomía peruana, habrán replicas de dicho ejemplo en otras zonas del Perú.
En su discurso de inauguración del forum denominado Política de Estado para el desarrollo de la gastronomía peruana, el vicepresidente Antonio León Zapata sostuvo que resulta urgente establecer los lineamientos para definir una propuesta de política de Estado para la promoción y el desarrollo de la gastronomía nacional, fijando las bases de un nuevo marco legal y los fundamentos de una nueva institucionalidad como expresión de la responsabilidad del Estado en el desarrollo socioeconómico y cultural de la Nación.
Explica que la gastronomía debe ser un instrumento de desarrollo y lucha contra la pobreza. Con ella se puede reconocer el potencial nutritivo de nuestros recursos naturales y su capacidad de generar una mejor distribución de la riqueza.
Destacó que la gastronomía peruana ha sido reconocida como patrimonio cultural mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO).
*Por: Juan Carlos Cabrejos Becerra, columnista del diario Correo. Artículo "La comida en el turismo".
Foto: Hotel El Marques www.hotelmarques.com
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